viernes, diciembre 30, 2005

Del Estado protector al Chorreo (Chile 1973 - 1990)

Ensayo realizado para el curso de Economía Política en la Pontificia Universidad Católica de Chile el año 2003

Introducción

La Economía política de nuestro país durante el período comprendido entre los años 1973 y 1990 está marcada por la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, que establece una intervención del modelo económico que estaba aplicando Chile, basado hasta entonces en las premisas entregadas por CEPAL que establecían un modelo keynesiano con un fuerte gasto social por parte del estado en busca del empleo total.

El nuevo modelo que se establecerá en Chile es importado desde la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, la que establece un convenio con la Pontificia Universidad Católica de Chile para capacitar a docentes de ésta casa de estudios en las nuevas teorías económicas que se están aplicando desde esta escuela, inspiradas en el pensamiento clásico liberal de Adam Smith pero perfeccionadas por el economista estadounidense Milton Friedman, el cual básicamente postula la reducción del rol del Estado y el dejar actuar la las fuerzas del mercado, ya que al producir los privados ganancias, por un efecto llamado “chorreo”, éstas irán “bajando” hasta los más pobres.

En el siguiente ensayo se presentarán los puntos que consideramos más importantes respecto del modelo que se implanta en Chile a partir de la dictadura y que básicamente transforma la economía chilena de forma radical, proceso que ocurre antes de las reformas que aplicarán tanto Ronald Reagan ( en Estados Unidos) como Margareth Thatcher (en el Reino Unido) en este mismo sentido. La importancia de este proceso está dada por el liderazgo económico que alcanza Chile en la región a través de este modelo, que después del fin de la dictadura es mantenido por la coalición gobernante que anteriormente fue su principal crítica, en términos de las desigualdades que este modelo provoca.

El Modelo de la CEPAL

Durante años en Chile, y en general en América Latina, se aplicó un modelo económico desarrollado por la CEPAL que postulaba tres premisas básicas: 1) para que un país pueda desarrollarse debe poseer una economía predominantemente industrial, 2) el comercio internacional favorece a los exportadores de bienes manufacturados y 3) el Estado debe ser el promotor último del desarrollo[1]. Es entonces claro que para países latinoamericanos que no contaban con una industria muy desarrollada era necesario para poder desarrollarse el que se redujera el comercio internacional con otros países y se desarrollara la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) en base al crecimiento de la industria nacional, el llamado crecimiento hacia adentro.

Este modelo estaba basado en lo que Sabino denomina social-keynesianismo, ya que se basaba en la teoría keynesiana en lo referente a la existencia de déficits fiscales, pero en la versión latinoamericana estos eran necesarios en cualquier escenario, a diferencia de lo expresado por Keynes, quien sólo los justificaba en casos de etapas recesivas[2]. Se trata, entonces, no de una política keynesiana en el sentido estricto del término, sino de una forma de utilizar los recursos fiscales como una forma reincidir en lo social. A esto debe sumarse una creciente intervención en el mercado de divisas a través del control del tipo de cambio, el desincentivo de las inversiones extranjera, la intervención del sector financiero, la aplicación de barreras al comercio exterior y la creación de empresas públicas y el control indirecto de algunos mercados considerados estratégicamente elegidos[3].

La razón de estas medidas era la intención de intervenir en lo social marcada por la redistribución de la riqueza a través del control de precios, los subsidios indirectos, la expansión del sistema educativo y del sistema de salud públicos, la creación de un sistema de pensiones universal y el establecimiento de leyes obreras tendientes a la protección de éstos.

Es así que la versión latinoamericana del Estado de Bienestar se desarrolla en una economía fuertemente regulada e intervenida por el Estado, en la cual éste abarcó prácticamente todos los sectores de la economía. El principal promotor de este sistema era Raúl Prebisch, entonces director de la CEPAL.

La respuesta al modelo de CEPAL

Es a partir de mediados de los ’50 que la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago se propone enfrentar las políticas que fomenta la CEPAL desde Chile, precisamente estableciendo un convenio con una Universidad chilena para enfrentar en su mismo terreno a la CEPAL. Para profesores como Aaron Director y Theodore Schultz, los resultados de la política económica de la CEPAL estaban a la vista: “inflación crónica, bajo ritmo de crecimiento y monoexportación”[4]. Es así como los alumnos de la Universidad Católica comienzan a familiarizarse con “la teoría monetaria de Milton Friedman (que conlleva un diagnóstico y cura efectivo contra la inflación), el enfoque de la pobreza vía capital humano de Theodore Schultz, los análisis de los grupos de presión de George Stigler y la teoría de evaluación de proyectos de Arnold Harberger”[5].

Como dice Edwards Las políticas de mercado libre que implantó el régimen militar a partir de 1973 se pueden ver como una reacción a la larga tradición de intervencionismo y controles gubernamentales que caracterizaron a la economía chilena desde los años cuarenta”[6]. Esta afirmación confirma que los economistas de Chicago, conocidos como los “Chicago Boys”, de los que Edwards forma parte, consideran responsable al modelo de la CEPAL de la crisis económica en la que estaba sumido Chile. Es así que estos economistas formados en Chicago participan de la Democracia Cristiana, en la que no tienen mucha cabida debido a la tendencia hacia el comunitarismo que tiene este partido durante los ’60, y de la candidatura del ex presidente Jorge Alessandri, que finalmente fue derrotado por Salvador Allende, pero donde tampoco eran muy valorados debido a que este era representante de una derecha más bien tradicional que no estaba familiarizada con las ideas Neo-liberales. Es por esto que con el golpe militar ven la oportunidad de implantar sus reformas sin las trabas políticas que les supondría esto en un sistema democrático. Como lo afirma Fontaine “La pregunta que cabría plantearse es si ese duro programa de estabilización hubiera sido posible bajo un régimen democrático”[7] . Esta situación llama especialmente la atención debido a la importancia que el mentor de los Chicago Boys, Milton Friedman, considera que “la libertad económica es una condición necesaria de la libertad política”.[8]

Las reformas propuestas estaban explicitadas en un texto publicado por el Centro de Estudios Socio-Económicos (CESEC), think tank de los “Chicago Boys”, llamado “El Ladrillo”, el que proponía un fuerte shock monetario fiscal, tendiente a devolver la viabilidad de la balanza de pagos y a bajar la inflación[9]. Cabe decir, sin embargo, que este programa no fue inmediatamente aceptado por los militares, sino que pudo recién ser implementado cuando en 1975 se nombra a Jorge Cauas como Ministro de Hacienda y de Sergio de Castro como Ministro de Economía, apoyados por los jóvenes economistas provenientes de Chicago y de otros como Hernán Büchi, que no eran de Chicago ni de la Universidad Católica, pero que simpatizaban con el modelo neo-liberal que se quería implantar.

Las reformas neo-liberales abarcaron cinco áreas principalmente, según Fontaine: 1) Redefinición del papel del Estado eliminando los déficit fiscales crónicos, reduciendo el gasto fiscal y los impuestos, liberalizando los mercados y privatizó la mayor parte de las empresas estatales y parte del sistema educacional y de salud, Para Carlos Huneeus “el modelo neoliberal promovió la concentración económica bajo el convencimiento de que la apertura de la economía requería de actores poderosos que pudieran competir en el mercado internacional y miraron con buenos ojos la formación de unos pocos grupos económicos”[10] ; 2) Apertura de la economía eliminando las barreras no arancelarias a las importaciones y la sustitución de las estructuras arancelarias, la reducción de los controles cambiarios y la abolición de todas las restricciones a las importaciones; 3) Creación de un mercado de capitales libre a través de la liberalización de la tasa de interés y el establecimiento de un Banco Central independiente; 4) Flexibilización del mercado laboral quitando poder a los sindicatos, eliminando las restricciones a los despidos y la eliminación de la intervención estatal en los reajustes salariales privados; y 5) Creación de una red social que protegiera a los más pobres de las penurias del cambio del sistema, con programas diversificados[11].

Problemas con el modelo

A pesar del aparente éxito que tiene la implementación de este modelo neo-liberal, éste vive una gran crisis a fines de 1981, cuando la inversión extranjera deja de venir hacia Chile, se disparan las tasas de interés y estalla una gran crisis financiera, provocando esto una de las más grandes recesiones que ha vivido nuestro país[12]. Esto parecía ser el fin del modelo, aunque no fue así, en gran parte debido a que el costo fue absorbido por los más pobres.

Esto se produjo en gran parte debido a una serie de errores macroeconómicos, en particular la mantención artificial del precio del dólar en un valor bajo[13], sumado a la recesión internacional, particularmente fuerte en América Latina, lo que llevó a una serie de quiebras y al endeudamiento de los bancos particulares nacionales. “El tan vilipendiado Estado tuvo que socorrer con más de mil millones de dólares al aparato financiero en quiebra”[14]. Se le pide la renuncia a de Castro, pero se toma una medida que agravó más la crisis: se decide el alza del dólar, lo que provoca la quiebra de muchas personas de clase media que se endeudaron en esa divisa creyendo en las promesas del gobierno. Entre abril de 1982 y febrero de 1983 hubo cuatro Ministros de Hacienda.

El descabezamiento sindical y político que produjo la dictadura militar, además de la firmeza de los aparatos de represión y el control de la prensa permitieron que el régimen se mantuviera en el poder, y la tozudez de Pinochet en mantener el sistema económico logró la supervivencia del experimento de los Chicago Boys[15]. Esto a largo plazo le pasó la cuenta a la dictadura en el plebiscito de 1988, pero en su momento logró sostener al modelo que se recuperó pronto de esta crisis, algo que los Chicago Boys atribuyeron a la naturaleza misma del modelo[16].

Conclusión

A partir de lo revisado en los textos mencionados en la bibliografía y de lo expuesto por el profesor en las clases de nuestro curso, se puede observar que el modelo económico de la dictadura militar en Chile se gesta como una contradicción al desarrollado por la CEPAL. Este nuevo modelo se instaura a partir de la Universidad Católica (particularmente de su Escuela de Economía) y de la influencia que adquieren los Chicago Boys en El Mercurio, lo que hace que sus impulsores sean considerados válidos por parte de los militares.

Este nuevo modelo sería como una repetición de la formación del pensamiento liberal clásico de Adam Smith, quién crea esta teoría a partir de un rechazo al mercantilismo y a la intervención de los gobiernos en la política económica de los países. Podemos ver cierta similitud en los argumentos de Friedman, quien considera que el modelo de intervención estatal es negativo y mercantilista, además de también haber aventurado en la filosofía política, tal como lo hizo Smith en su momento. El nuevo modelo liberal no es más que la repetición de las políticas clásicas, pero esta vez aún más extremas, ya que se implementa de manera absolutamente contradictoria con los principios expresados por Friedman, ya que en este experimento se deja de lado la libertad individual y se aplican reformas de alto costo social que no son respaldadas por los ciudadanos, sino que impuestas a través de una dictadura represiva, lo que Fontaine Talavera llama el “pecado original” de la transformación capitalista en Chile.

Esta situación es la que, a nuestro juicio hace que se pierda fácilmente el apoyo a este modelo debido a la contradicción que genera entre los ciudadanos el que se apele a la libertad y se instaure un modelo mediante medidas represivas. Esto es lo que causará la caída del régimen de Pinochet unos años después, ya que al consultar a los ciudadanos sobre sus motivos para votar No, un 73% respondió que lo hizo debido a que no le gustaba el modelo económico implementado por la dictadura.

Con la llegada de la democracia se pretende crear un híbrido entre los modelos de la CEPAL y el de los Chicago Boys, algo llamado “Economía Social de Mercado”, algo que en el fondo es la continuidad del modelo de la Escuela norteamericana, tratando de ser “maquillado” por los gobiernos de la Concertación, pero que no ha mejorado las condiciones de equidad dentro de la sociedad chilena.

Bibliografía

  • BEYER, Harald, “Selección de Escritos Políticos y Económicos de Milton Friedman”, Revista Estudios Públicos N°60, Centro de Estudios Públicos
  • CENTRO DE ESTUDIOS PÚBLICOS: “El Ladrillo”, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1992
  • EDWARDS, Sebastián: “Estabilización con liberalización: Diez años de experimento chileno con políticas de mercado libre 1973-1983”, Revista Estudios Públicos N°14, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1984
  • EDWARDS, Sebastián - COX, Alejandra: “Monetarismo y liberalización: El experimento chileno”, Fondo de Cultura Económica, México, 1992
  • FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991
  • FONTAINE TALAVERA, Arturo: “Sobre el pecado original de la transformación capitalista chilena”, en “El desafío neoliberal: El fin del tercermundismo en América Latina”, Norma, Bogotá, 1992.
  • GAZMURI, Cristián: “La persistencia de la memoria (Reflexiones de un civil sobre la dictadura)”, RIL editores, Santiago, 2000.
  • HUNEEUS, Carlos: “Los cambios institucionales al sistema económico durante la transición a la democracia en Chile: Del Neoliberalismo a la Economía Social de Mercado”, Revista de Ciencia Política, Volumen XX, n°2, Santiago, 2000.
  • KEYNES, John Maynard: “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, Fondo de Cultura Económica, México, 1980
  • SABINO, Carlos: “El fracaso del intervencionismo: Apertura y Libre Mercado en América Latina”, Panapo, Caracas, 1999

[1] SABINO, Carlos: “El fracaso del intervencionismo: Apertura y Libre Mercado en América Latina”, Panapo, Caracas, 1999

[2] KEYNES, John Maynard: “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, Fondo de Cultura Económica, México, 1980

[3] Op. Cit.

[4] FONTAINE TALAVERA, Arturo: “Sobre el pecado original de la transformación capitalista chilena”, en “El desafío neoliberal: El fin del tercermundismo en América Latina”, Norma, Bogotá, 1992.

[5] Ibíd.

[6] EDWARDS, Sebastián: “Estabilización con liberalización: Diez años de experimento chileno con políticas de mercado libre 1973-1983”, Revista Estudios Públicos N°14, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1984

[7] FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991

[8] BEYER, Harald, “Selección de Escritos Políticos y Económicos de Milton Friedman”, Revista Estudios Públicos N°60, Centro de Estudios Públicos

[9]CENTRO DE ESTUDIOS PÚBLICOS: “El Ladrillo”, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1992

[10] HUNEEUS, Carlos: “Los cambios institucionales al sistema económico durante la transición a la democracia en Chile: Del Neoliberalismo a la Economía Social de Mercado”, Revista de Ciencia Política Volumen XX n°2, Santiago, 2000.

[11] FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991

[12] EDWARDS, Sebastián - COX, Alejandra: “Monetarismo y liberalización: El experimento chileno”, Fondo de Cultura Económica, México, 1992

[13] GAZMURI, Cristián: “La persistencia de la memoria (Reflexiones de un civil sobre la dictadura)”, RIl editores, Santiago, 2000.

[14] Ibíd.

[15] Ibíd.

[16] FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991

1 Comments:

At 9/13/2007 10:52 p. m., Anonymous Anónimo said...

Hola, soy un pseudosociologo frustrado que estudia psicología, me parece un sitio bastante serio e ilustrativo, por lo que, elogio de sobremanera tu aporte y espero poder leer otro articulo suyo.

Felicitaciones y siga adelante, estimado.

 

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Ensayo realizado para el curso de Economía Política en la Pontificia Universidad Católica de Chile el año 2003

Introducción

La Economía política de nuestro país durante el período comprendido entre los años 1973 y 1990 está marcada por la dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet, que establece una intervención del modelo económico que estaba aplicando Chile, basado hasta entonces en las premisas entregadas por CEPAL que establecían un modelo keynesiano con un fuerte gasto social por parte del estado en busca del empleo total.

El nuevo modelo que se establecerá en Chile es importado desde la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago, la que establece un convenio con la Pontificia Universidad Católica de Chile para capacitar a docentes de ésta casa de estudios en las nuevas teorías económicas que se están aplicando desde esta escuela, inspiradas en el pensamiento clásico liberal de Adam Smith pero perfeccionadas por el economista estadounidense Milton Friedman, el cual básicamente postula la reducción del rol del Estado y el dejar actuar la las fuerzas del mercado, ya que al producir los privados ganancias, por un efecto llamado “chorreo”, éstas irán “bajando” hasta los más pobres.

En el siguiente ensayo se presentarán los puntos que consideramos más importantes respecto del modelo que se implanta en Chile a partir de la dictadura y que básicamente transforma la economía chilena de forma radical, proceso que ocurre antes de las reformas que aplicarán tanto Ronald Reagan ( en Estados Unidos) como Margareth Thatcher (en el Reino Unido) en este mismo sentido. La importancia de este proceso está dada por el liderazgo económico que alcanza Chile en la región a través de este modelo, que después del fin de la dictadura es mantenido por la coalición gobernante que anteriormente fue su principal crítica, en términos de las desigualdades que este modelo provoca.

El Modelo de la CEPAL

Durante años en Chile, y en general en América Latina, se aplicó un modelo económico desarrollado por la CEPAL que postulaba tres premisas básicas: 1) para que un país pueda desarrollarse debe poseer una economía predominantemente industrial, 2) el comercio internacional favorece a los exportadores de bienes manufacturados y 3) el Estado debe ser el promotor último del desarrollo[1]. Es entonces claro que para países latinoamericanos que no contaban con una industria muy desarrollada era necesario para poder desarrollarse el que se redujera el comercio internacional con otros países y se desarrollara la Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) en base al crecimiento de la industria nacional, el llamado crecimiento hacia adentro.

Este modelo estaba basado en lo que Sabino denomina social-keynesianismo, ya que se basaba en la teoría keynesiana en lo referente a la existencia de déficits fiscales, pero en la versión latinoamericana estos eran necesarios en cualquier escenario, a diferencia de lo expresado por Keynes, quien sólo los justificaba en casos de etapas recesivas[2]. Se trata, entonces, no de una política keynesiana en el sentido estricto del término, sino de una forma de utilizar los recursos fiscales como una forma reincidir en lo social. A esto debe sumarse una creciente intervención en el mercado de divisas a través del control del tipo de cambio, el desincentivo de las inversiones extranjera, la intervención del sector financiero, la aplicación de barreras al comercio exterior y la creación de empresas públicas y el control indirecto de algunos mercados considerados estratégicamente elegidos[3].

La razón de estas medidas era la intención de intervenir en lo social marcada por la redistribución de la riqueza a través del control de precios, los subsidios indirectos, la expansión del sistema educativo y del sistema de salud públicos, la creación de un sistema de pensiones universal y el establecimiento de leyes obreras tendientes a la protección de éstos.

Es así que la versión latinoamericana del Estado de Bienestar se desarrolla en una economía fuertemente regulada e intervenida por el Estado, en la cual éste abarcó prácticamente todos los sectores de la economía. El principal promotor de este sistema era Raúl Prebisch, entonces director de la CEPAL.

La respuesta al modelo de CEPAL

Es a partir de mediados de los ’50 que la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago se propone enfrentar las políticas que fomenta la CEPAL desde Chile, precisamente estableciendo un convenio con una Universidad chilena para enfrentar en su mismo terreno a la CEPAL. Para profesores como Aaron Director y Theodore Schultz, los resultados de la política económica de la CEPAL estaban a la vista: “inflación crónica, bajo ritmo de crecimiento y monoexportación”[4]. Es así como los alumnos de la Universidad Católica comienzan a familiarizarse con “la teoría monetaria de Milton Friedman (que conlleva un diagnóstico y cura efectivo contra la inflación), el enfoque de la pobreza vía capital humano de Theodore Schultz, los análisis de los grupos de presión de George Stigler y la teoría de evaluación de proyectos de Arnold Harberger”[5].

Como dice Edwards Las políticas de mercado libre que implantó el régimen militar a partir de 1973 se pueden ver como una reacción a la larga tradición de intervencionismo y controles gubernamentales que caracterizaron a la economía chilena desde los años cuarenta”[6]. Esta afirmación confirma que los economistas de Chicago, conocidos como los “Chicago Boys”, de los que Edwards forma parte, consideran responsable al modelo de la CEPAL de la crisis económica en la que estaba sumido Chile. Es así que estos economistas formados en Chicago participan de la Democracia Cristiana, en la que no tienen mucha cabida debido a la tendencia hacia el comunitarismo que tiene este partido durante los ’60, y de la candidatura del ex presidente Jorge Alessandri, que finalmente fue derrotado por Salvador Allende, pero donde tampoco eran muy valorados debido a que este era representante de una derecha más bien tradicional que no estaba familiarizada con las ideas Neo-liberales. Es por esto que con el golpe militar ven la oportunidad de implantar sus reformas sin las trabas políticas que les supondría esto en un sistema democrático. Como lo afirma Fontaine “La pregunta que cabría plantearse es si ese duro programa de estabilización hubiera sido posible bajo un régimen democrático”[7] . Esta situación llama especialmente la atención debido a la importancia que el mentor de los Chicago Boys, Milton Friedman, considera que “la libertad económica es una condición necesaria de la libertad política”.[8]

Las reformas propuestas estaban explicitadas en un texto publicado por el Centro de Estudios Socio-Económicos (CESEC), think tank de los “Chicago Boys”, llamado “El Ladrillo”, el que proponía un fuerte shock monetario fiscal, tendiente a devolver la viabilidad de la balanza de pagos y a bajar la inflación[9]. Cabe decir, sin embargo, que este programa no fue inmediatamente aceptado por los militares, sino que pudo recién ser implementado cuando en 1975 se nombra a Jorge Cauas como Ministro de Hacienda y de Sergio de Castro como Ministro de Economía, apoyados por los jóvenes economistas provenientes de Chicago y de otros como Hernán Büchi, que no eran de Chicago ni de la Universidad Católica, pero que simpatizaban con el modelo neo-liberal que se quería implantar.

Las reformas neo-liberales abarcaron cinco áreas principalmente, según Fontaine: 1) Redefinición del papel del Estado eliminando los déficit fiscales crónicos, reduciendo el gasto fiscal y los impuestos, liberalizando los mercados y privatizó la mayor parte de las empresas estatales y parte del sistema educacional y de salud, Para Carlos Huneeus “el modelo neoliberal promovió la concentración económica bajo el convencimiento de que la apertura de la economía requería de actores poderosos que pudieran competir en el mercado internacional y miraron con buenos ojos la formación de unos pocos grupos económicos”[10] ; 2) Apertura de la economía eliminando las barreras no arancelarias a las importaciones y la sustitución de las estructuras arancelarias, la reducción de los controles cambiarios y la abolición de todas las restricciones a las importaciones; 3) Creación de un mercado de capitales libre a través de la liberalización de la tasa de interés y el establecimiento de un Banco Central independiente; 4) Flexibilización del mercado laboral quitando poder a los sindicatos, eliminando las restricciones a los despidos y la eliminación de la intervención estatal en los reajustes salariales privados; y 5) Creación de una red social que protegiera a los más pobres de las penurias del cambio del sistema, con programas diversificados[11].

Problemas con el modelo

A pesar del aparente éxito que tiene la implementación de este modelo neo-liberal, éste vive una gran crisis a fines de 1981, cuando la inversión extranjera deja de venir hacia Chile, se disparan las tasas de interés y estalla una gran crisis financiera, provocando esto una de las más grandes recesiones que ha vivido nuestro país[12]. Esto parecía ser el fin del modelo, aunque no fue así, en gran parte debido a que el costo fue absorbido por los más pobres.

Esto se produjo en gran parte debido a una serie de errores macroeconómicos, en particular la mantención artificial del precio del dólar en un valor bajo[13], sumado a la recesión internacional, particularmente fuerte en América Latina, lo que llevó a una serie de quiebras y al endeudamiento de los bancos particulares nacionales. “El tan vilipendiado Estado tuvo que socorrer con más de mil millones de dólares al aparato financiero en quiebra”[14]. Se le pide la renuncia a de Castro, pero se toma una medida que agravó más la crisis: se decide el alza del dólar, lo que provoca la quiebra de muchas personas de clase media que se endeudaron en esa divisa creyendo en las promesas del gobierno. Entre abril de 1982 y febrero de 1983 hubo cuatro Ministros de Hacienda.

El descabezamiento sindical y político que produjo la dictadura militar, además de la firmeza de los aparatos de represión y el control de la prensa permitieron que el régimen se mantuviera en el poder, y la tozudez de Pinochet en mantener el sistema económico logró la supervivencia del experimento de los Chicago Boys[15]. Esto a largo plazo le pasó la cuenta a la dictadura en el plebiscito de 1988, pero en su momento logró sostener al modelo que se recuperó pronto de esta crisis, algo que los Chicago Boys atribuyeron a la naturaleza misma del modelo[16].

Conclusión

A partir de lo revisado en los textos mencionados en la bibliografía y de lo expuesto por el profesor en las clases de nuestro curso, se puede observar que el modelo económico de la dictadura militar en Chile se gesta como una contradicción al desarrollado por la CEPAL. Este nuevo modelo se instaura a partir de la Universidad Católica (particularmente de su Escuela de Economía) y de la influencia que adquieren los Chicago Boys en El Mercurio, lo que hace que sus impulsores sean considerados válidos por parte de los militares.

Este nuevo modelo sería como una repetición de la formación del pensamiento liberal clásico de Adam Smith, quién crea esta teoría a partir de un rechazo al mercantilismo y a la intervención de los gobiernos en la política económica de los países. Podemos ver cierta similitud en los argumentos de Friedman, quien considera que el modelo de intervención estatal es negativo y mercantilista, además de también haber aventurado en la filosofía política, tal como lo hizo Smith en su momento. El nuevo modelo liberal no es más que la repetición de las políticas clásicas, pero esta vez aún más extremas, ya que se implementa de manera absolutamente contradictoria con los principios expresados por Friedman, ya que en este experimento se deja de lado la libertad individual y se aplican reformas de alto costo social que no son respaldadas por los ciudadanos, sino que impuestas a través de una dictadura represiva, lo que Fontaine Talavera llama el “pecado original” de la transformación capitalista en Chile.

Esta situación es la que, a nuestro juicio hace que se pierda fácilmente el apoyo a este modelo debido a la contradicción que genera entre los ciudadanos el que se apele a la libertad y se instaure un modelo mediante medidas represivas. Esto es lo que causará la caída del régimen de Pinochet unos años después, ya que al consultar a los ciudadanos sobre sus motivos para votar No, un 73% respondió que lo hizo debido a que no le gustaba el modelo económico implementado por la dictadura.

Con la llegada de la democracia se pretende crear un híbrido entre los modelos de la CEPAL y el de los Chicago Boys, algo llamado “Economía Social de Mercado”, algo que en el fondo es la continuidad del modelo de la Escuela norteamericana, tratando de ser “maquillado” por los gobiernos de la Concertación, pero que no ha mejorado las condiciones de equidad dentro de la sociedad chilena.

Bibliografía

  • BEYER, Harald, “Selección de Escritos Políticos y Económicos de Milton Friedman”, Revista Estudios Públicos N°60, Centro de Estudios Públicos
  • CENTRO DE ESTUDIOS PÚBLICOS: “El Ladrillo”, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1992
  • EDWARDS, Sebastián: “Estabilización con liberalización: Diez años de experimento chileno con políticas de mercado libre 1973-1983”, Revista Estudios Públicos N°14, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1984
  • EDWARDS, Sebastián - COX, Alejandra: “Monetarismo y liberalización: El experimento chileno”, Fondo de Cultura Económica, México, 1992
  • FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991
  • FONTAINE TALAVERA, Arturo: “Sobre el pecado original de la transformación capitalista chilena”, en “El desafío neoliberal: El fin del tercermundismo en América Latina”, Norma, Bogotá, 1992.
  • GAZMURI, Cristián: “La persistencia de la memoria (Reflexiones de un civil sobre la dictadura)”, RIL editores, Santiago, 2000.
  • HUNEEUS, Carlos: “Los cambios institucionales al sistema económico durante la transición a la democracia en Chile: Del Neoliberalismo a la Economía Social de Mercado”, Revista de Ciencia Política, Volumen XX, n°2, Santiago, 2000.
  • KEYNES, John Maynard: “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, Fondo de Cultura Económica, México, 1980
  • SABINO, Carlos: “El fracaso del intervencionismo: Apertura y Libre Mercado en América Latina”, Panapo, Caracas, 1999

[1] SABINO, Carlos: “El fracaso del intervencionismo: Apertura y Libre Mercado en América Latina”, Panapo, Caracas, 1999

[2] KEYNES, John Maynard: “Teoría General de la Ocupación, el Interés y el Dinero”, Fondo de Cultura Económica, México, 1980

[3] Op. Cit.

[4] FONTAINE TALAVERA, Arturo: “Sobre el pecado original de la transformación capitalista chilena”, en “El desafío neoliberal: El fin del tercermundismo en América Latina”, Norma, Bogotá, 1992.

[5] Ibíd.

[6] EDWARDS, Sebastián: “Estabilización con liberalización: Diez años de experimento chileno con políticas de mercado libre 1973-1983”, Revista Estudios Públicos N°14, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1984

[7] FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991

[8] BEYER, Harald, “Selección de Escritos Políticos y Económicos de Milton Friedman”, Revista Estudios Públicos N°60, Centro de Estudios Públicos

[9]CENTRO DE ESTUDIOS PÚBLICOS: “El Ladrillo”, Centro de Estudios Públicos, Santiago, 1992

[10] HUNEEUS, Carlos: “Los cambios institucionales al sistema económico durante la transición a la democracia en Chile: Del Neoliberalismo a la Economía Social de Mercado”, Revista de Ciencia Política Volumen XX n°2, Santiago, 2000.

[11] FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991

[12] EDWARDS, Sebastián - COX, Alejandra: “Monetarismo y liberalización: El experimento chileno”, Fondo de Cultura Económica, México, 1992

[13] GAZMURI, Cristián: “La persistencia de la memoria (Reflexiones de un civil sobre la dictadura)”, RIl editores, Santiago, 2000.

[14] Ibíd.

[15] Ibíd.

[16] FONTAINE, Juan Andrés: “Transición Económica y Política en Chile 1970-1990”, Revista Estudios Públicos N°50, Centro de Estudios Públicos, 1991

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