A abrir Las Grandes Alamedas

Hoy se inscribieron las listas para dirigir al PS por los próximos 2 años. Tal como escribí en un post anterior, mi impresión es que ya no había espacio para más directivas de consenso, en tanto lo que requiere el partido es que exista un liderazgo que le permita volver a politizarse y a llevar la vanguardia de los temas de igualdades y libertades. Justamente hoy de casualidad leí una entrevista a Jorge Arrate en la que apelaba a la necesidad de un Congreso programático del PS, algo con lo que no puedo estar más de acuerdo, ya que en el último las discusiones de fondo estuvieron alejadas del Edificio Diego Portales y asistimos a una obra más de ingeniería política donde los mismos que han llevado al partido durante estos últimos 15 años, es decir, los señores Núñez y Escalona se pusieron de acuerdo para sacar a la directiva de ese momento. No quiero que parezca que no reconozco los méritos de estos dos dirigentes, pero me parece que es el momento adecuado para que el partido se modernice y sea capaz de salir del estancamiento en que se encuentra, que sea capaz de reencontrarse con los ciudadanos que apoyan a figuras del partido como lo demuestran las elecciones municipales de 2004 y de diciembre pasado y que llevan a La Moneda a una militante de este partido, la presidenta Bachelet, pero que no necesariamente las relacionan con nuestro partido. Es la hora de dar un salto y que nos volquemos al trabajo ciudadano.

Es por esto que la lista encabezada por Isabel Allende y acompañada por figuras del tamaño y la amplitud de Jaime Gazmuri, Pamela Pereira, Sergio Aguiló, Germán Correa y Manuel Almeida, entre otros, y en la que mi gran amiga Paulina Calfucoy es candidata al Comité Central Nacional del partido y en la que se hace efectiva la paridada de género, es la más indicada para iniciar un proceso de renovación del partido que necesita nuestro país, uno del siglo XXI que sea leal a la presidenta pero que sea capaz también de tener una voz crítica y de esa forma aportar a un mejor gobierno. Pero es imprescindible que exista una discusión partidaria que nos permita orientar el país hacia donde queremos, y no seguir siendo comparsa del mayor déficit de los gobiernos de la Concertación, es decir, del alejamiento de la ciudadanía.